El cantante italiano Tiziano Ferro quien alguna vez criticara a las mujeres mexicanas diciendo que son bigotonas, ahora después de varios años de depresión y desesperación habla sobre sus preferencias sexuales.
Pensó en dejar la música como castigo por su homosexualidad, la que acaba de reconocer públicamente en un libro autobiográfico que saldrá a la venta este mes.
En una carta publicada este miércoles por el diario Corriere della Sera, Ferro admite que no se aceptaba como gay y que por ello “después de tantos años a la sombra de intentos y privaciones habría estado dispuesto a dejar de cantar”.
“En mi cabeza pensaba así: si soy homosexual no puedo estar en el mundo. Me sentía como un niño caído por tierra, abandonado por la madre que derrotado espera su destino llorando”, dice.
Aclara que fue su padre quien le ayudó a superar una situación para la que no veía una vía de escape.
“He aprendido con paciencia a afrontar los obstáculos, a no huir de los peligros. De eso le estoy agradecido.
Le estoy agradecido a él y a todos aquellos que han estado a mi lado hasta ahora”.
El intérprete sale del clóset y reconoce por primera vez su homosexualidad, de la que ya se hablaba en el medio del espectáculo, en el libro autobiográfico Trent’anni e una chiacchierata con papá (Treinta años y una plática con papá), que este mes saldrá a la venta.
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